En la rentabilidad de las explotaciones pecuarias tiene vital importancia la eficiencia reproductiva de sus rodeos.

Para obtener un ternero por vaca por año es necesario que el período de servicio sea de corta duración.

En tales circunstancias, la fertilidad del rodeo y en particular la de los toros resulta trascendental.

Si una vaca nos “falla”, nos perderemos un ternero, mientras si el que tiene problemas es el toro nos perderemos entre 30 y 50 terneros, dependiendo del porcentaje de toros que utilicemos en el rodeo.

Sin temor a equivocarme considero que la C.S. debería ser el último paso en la revisación de un toro antes de comenzar el servicio. El fundamento de la misma es mimetizar en el corral lo que sucederá en el potrero durante el servicio natural.
Previamente a la C.S. al toro se le debe realizar una revisación física y clínica de su aparato genital y locomotor, a cargo de un veterinario.

También dentro del examen físico el aparato locomotor es fundamental en la función del toro para ser eficiente durante el servicio.

Está totalmente comprobado y filmado que las pezuñas en el momento del servicio, en la “estocada”, cuando el toro eyacula dentro de la vagina se elevan hasta 15-20 cm. del piso. Por lo tanto la angulación del garrón debe ser la correcta para que al impactar las pezuñas sobre el suelo, luego del servicio, el toro no se sienta dolorido y los garrones comiencen a inflamarse.

También el crecimiento de las pezuñas debe ser observado, las mismas deben desgastarse naturalmente. Esto sucede cuando el toro está bien aplomado y al caminar se van desgastando al contacatar con el suelo. En toros mal aplomados es común observar pezuñas que se desvían de lo natural y se van para arriba “zapato chino”, o se montan una con otra en “tijera”. La conclusión es que al observar las pezuñas y su correcta posición y desgaste estamos evaluando los aplomos del toro.

Es fundamental dentro del examen de fertilidad del toro el examen sanitario, las enfermedades venéreas como la trichomoniasis y campylobacteriosis deberán ser analizadas por medio de raspajes prepuciales. Se debe tener el concepto del doble muestreo negativo en todos los toros antes de comenzar el servicio.

Los raspajes no deberían efectuarse antes de los 45 días de finalizado el servicio y se recomienda entre 10 y 15 días de intervalo entre cada raspaje.

Otras enfermedades como la brucelosis y tuberculosis deberán ser analizadas también.
Por lo tanto considero que el Examen de Fertilidad de un toro consta de tres grandes partes que se deberían realizar concatenadamente en este orden:

1) Examen físico y clínico.
2) Examen sanitario.
3) Prueba de C.S.

He dejado para el final un tema muy específico que es el análisis de semen de los toros. El mismo es fundamental en un toro dador de semen en un Centro de Inseminación Artificial. También sería vital si la realidad de nuestros rodeos fuese como la de Canadá, donde el 75 % de los criadores tienen menos de 50 vacas. En este caso al tener solamente un toro en nuestros establecimientos también recomendaría analizar el semen de nuestro “único” toro antes de echarlo con las vacas, además podríamos mandarlo a la peluquería si es de nuestro agrado.

Los investigadores del Hemisferio Norte, Canadá y Estados Unidos, nos quieren imponer “por decreto”, el examen de semen de los toros en la revisación de rutina previo al servicio natural.

En un análisis retrospectivo que comprendió 51 establecimientos dedicados a la cría bovina en 7 provincias; donde los servicios se extendieron entre 60 y 100 días, sobre un total de 148.300 vientres, utilizando 1,7% a 2,6% de toros de Alta C.S., se obtuvo un 94% de preñez. Esos 3.400 toros no tenían su semen analizado.

No obstante el Dr. Albert Barth, canadiense, considera necesario incluir en la evaluación de los reproductores un análisis de semen. Según su teoría, entre un 15 a 20% de los toros que superan los exámenes mencionados, tienen una calidad seminal no satisfactoria; bajo esta denominación incluye reproductores estériles, infértiles y subfértiles. Este criterio es compartido por Coulter, quién sostiene además que estos toros deprimirían la fertilidad del rodeo. En cambio Mike Blockey, veterinario australiano, considera que, si la circunferencia escrotal y el tono testicular no son limitantes, el porcentaje de toros que podrían afectar la fertilidad del rodeo no debería superar el 2%.

En el año 1999 finalizamos un ensayo con otros veterinarios, Omar de Dominicis, Martín Narbaitz, Alfredo de Apellániz, Santiago Callejas, Jorge Cabodevila y Humberto Cisale. En el mismo demostramos evaluando 50 toros británicos de Alta C.S. que solamente el 2% ( 1 toro ) tuvo una patología seminal que deprimió la fertilidad. Coincidió con la opinión de Blockey. Luego el resto de los toros tanto los de semen excelente como los de semen cuestionable (según la clasificación de Barth), no tuvieron diferencias de preñez en servicio natural.

Este trabajo fue presentado en el Congreso Mundial de Buiatría, en Punta del Este, en diciembre de 2000 y publicado en forma completa en una revista técnica en la Argentina.

Para finalizar este apretado artículo quisiera transcribir la conclusión del trabajo mencionado previamente:

El porcentaje de toros de Alta C.S. que presentó calidad seminal Insatisfactoria fue bajo ( 2%). Los toros con calidad seminal Satisfactoria y Cuestionable presentaron similar tasa de gestación en 21 días de servicio y mayor que el toro con calidad seminal Insatisfactoria. Esto implica que, de acuerdo a los resultados obtenidos en este ensayo, el bajo porcentaje de toros con semen insatisfactorio, si bien implica un riesgo por la baja tasa de preñez en el servicio individual, muy poco frecuente en los rodeos de cría de nuestro país, no justificaría por sí mismo el examen seminal en la práctica de rutina en los toros de rodeo general.

Luego hemos continuado con los ensayos en los años 2000, 2001,2003 y 2004 y en cada año hemos analizado 50 toros y realizado ensayos en servicio natural utilizando toros “satisfactorios” y “cuestionables” y el I.C. (% de preñez en 21 días) fue el mismo en todos los años. Debido a estos trabajos considero que un toro con buena C.E. y buen T.T. es apto para servicio natural en nuestras condiciones y no se justifica el análisis seminal de rutina previo al servicio.

Carlos Martín Acuña
Veterinario

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